viernes, 19 de octubre de 2012

Unas notas administrativas. Repartos y requisas de leche


La picaresca española siempre ha gozado de rabiosa actualidad popular. El pícaro y el estafador han convivido perfectamente en la sociedad sin causar demasiado escándalo e incluso en ocasiones hasta las sisas, los juegos y los pequeños desfalcos han sido consentidos desde la alegría de pertenencia a la idiosincrasia mediterránea.

Durante el segundo periodo republicano, la Corporación vallisoletana intentó luchar con todas sus fuerzas  contra estos conatos de corrupción llegando incluso a fijar instrucciones muy concretas para que la Guardia Municipal evitara ciertos desmanes y abusos cometidos por comerciantes ávidos de engaños.

La realización de una normativa sobre el reparto y requisa de leche se transformó en una prioridad para el Ayuntamiento de Valladolid. En la actualidad, esta instrucción redactada por la Corporación se intuye ridícula pero en 1934 el robo de leche, en tiempos donde la desnutrición abundaba resintiendo la salud de niños y ancianos, se hace necesario el control para evitar la estafa no solo a los consumidores sino también a los necesitados. Por otra parte se prohíbe el contrabando y se requisa el producto si se incumplen los horarios en los que los lecheros deben llevar a cabo sus repartos y ventas.

El documento que publicamos es la instrucción de la Alcaldía a la Guardia Municipal sobre el reparto y requisa de leche y  señala cómo se ha de proceder en caso de detectar delito.


Fuentes:
AMVa: CH 324-50

2 comentarios:

  1. Anónimo11:45

    "los juegos y los pequeños desfalcos han sido consentidos desde la alegría de pertenencia a la idiosincrasia mediterránea" que razón tiene usted al escribir esto.
    Suerte!! Y siga mosotrándonos un pedacito cercano de nuestra propia historia.

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    1. Muchísimas gracias por los ánimos. La verdad es que no había reparado en la frase pero queda bien. Siempre se agradece tener lectores tan agradables.

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