martes, 6 de marzo de 2012

Sólo para niños. El parque del Poniente

La primera entrada de este blog la dedico a una noticia que por curiosa, pasaremos a reproducir tal cual aparece recogida en el Boletín Municipal de Valladolid, a fecha de cuatro de junio de 1934.

El parque del Poniente
Ha quedado prohibido el estacionamiento de parejas en el parque infantil del Poniente. La orden, como se advertirá, tiende a evitar que en un parque destinado exclusivamente a los niños se presencien escenas que la Alcaldía se abstiene de juzgar en el orden moral, pero que, aunque se juzguen con amplitud de criterio, será forzoso reconocer que no pueden tener como marco un parque infantil ni por espectadores a unos adolescentes.
Cupido, que se ha permitido calificar de “absurda”, en un diario local, la antedicha prohibición, puede, por lo demás, buscar otro lugar más adecuado para sus legítimas expansiones. El parque del Poniente, por ahora, es solamente para los niños.



Este pequeño pulmón situado en pleno centro de Valladolid, a escasos metros del Ayuntamiento y del Monasterio de San Benito, ocupa el lugar del antiguo ramal Norte del Esgueva, río que durante siglos articuló el crecimiento urbano de Valladolid y que desemboca en el Pisuerga. Se soterró en 1863 para convertir el terreno en una explanada y posteriormente en un parque infantil.

Desde su inauguración a finales del siglo XIX, la preocupación por mantener el uso de este parque dedicado a los niños por parte de la Corporación Municipal ha sido intensa y todos los gobiernos, aunque pertenecieran a distintos regímenes, han velado por el esparcimiento de los más pequeños.
La noticia de la que nos hemos hecho eco, corresponde a un gobierno republicano socialista pero también podemos trasladar la misma motivación y preocupación al régimen posterior, la dictadura franquista, que bajo la excusa del escándalo público, los municipales propinaban sendas multas a las ingenuas parejas que solían “pelar la pava” bajo la generosa sombra de los árboles, corrompiendo así el uso infantil del parque del Poniente.

Durante las décadas de los ochenta y  noventa, el parque del Poniente se deterioró considerablemente. La maleza y la escasa iluminación lo transformaron en un lugar inseguro en pleno casco urbano. Por fortuna, a últimos de siglo se acometieron reformas de consideración y se intentó dotar al parque del carácter infantil perdido. Se desbrozó en parte, se colocaron columpios nuevos y, en las fiestas patronales, las sesiones de magia diarias hacen las delicias de los más pequeños.

Fuentes. 
Boletín Municipal de Valladolid. 4 de junio de 1934. Año II. Núm. 53
AMVA. Fotografías del Archivo. BA C 1-14/14; BA C 1-14/15

Parque infantil del Poniente con las estatuas de Pipo y Pipa. Década de 1930.
AMVA. BA C 1-14/14

Alumnos jugando en un tobogan del parque infantil del Poniente. Década de 1930.
AMVA. BA C 1-14/15




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