miércoles, 29 de mayo de 2013

Los inicios del reportaje gráfico: Viuda e Hijos de Fernández

Hace aproximadamente un año escribí en este blog un artículo que titulé “la familia Fernández, reporteros pioneros”.

Debido a una investigación personal que estoy realizando he descubierto por casualidad nuevos hallazgos sobre estos fotógrafos que trabajaron en Valladolid a caballo entre los siglos XIX y XX. Para descartar dualidades con la nueva entrada, he borrado la anterior siendo esta mucho más completa y fidedigna desde el punto de vista histórico y artístico.

En 2013 se cumplen 110 años del cese de negocio de una familia dedicada por entero a la fotografía. Su estancia en Valladolid como marca "Viuda e Hijos de Fernández” perdura durante casi una década tal como reflejan los anuarios comerciales. En 1893 esta familia se instala en la calle Duque de la Victoria 33 y permanece allí hasta que se le pierde el rastro en 1903.

Trazaremos un hilo conductor en la escasa pero intensa carrera foto-periodística en la prensa nacional de “Viuda e Hijos de Fernández” contextualizando brevemente la época.

En el siglo XIX las publicaciones periódicas se acompañaban de grabados cuyo soporte era la madera, técnica heredada de la centuria anterior. Con la aparición de la fotografía en 1839 por Louis Daguerre, la prensa quiso acompañar los farragosos textos de sus artículos con el nuevo invento. Por desgracia, surgieron algunos problemas. Los avances tipográficos no se habían desarrollado lo suficiente y el revelado de fotografías era un proceso lento y costoso. En publicaciones francesas y británicas los problemas se solventaron en parte en la década de los cincuenta ya que los diarios prefirieron alternar los numerosos grabados sacados de fotografías con escasas fotografías auténticas.

En 1869, con un retraso significativo con respecto a Europa, Abelardo de Carlos creó la revista ilustrada “La Ilustración Española y Americana”, un magacín en la línea de las publicaciones extranjeras de los cincuenta.

A pesar de los innumerables boletines surgidos durante el último tercio del siglo XIX al amparo de los círculos recreativos, La Ilustración Española y Americana supo mantenerse a lo largo de su trayectoria como referente ilustrado hasta que, en los años noventa,  fue desbancada por revistas de nuevo cuño como "Blanco y Negro" (1891) y "Nuevo Mundo" (1894) que integraron, gracias a los avances de la fotomecánica y del rápido desarrollo de las técnicas de revelado, una mayor precisión y calidad gráfica.

Los magacines de finales de siglo relegaron progresivamente a los grabados sacados de fotografías, si bien seguían existiendo, ahora su presencia se tornaba apenas simbólica. Debido al extenso panorama que abría la fotografía a la hora de cubrir diversos acontecimientos en las provincias españolas, las revistas desplegaron una completa red de corresponsalías y enviados diseminados por el territorio patrio.

Los Fotógrafos en Valladolid


Retratro de grupo. Unión Velocípeda Española preparada para salir de excursión. 10/05/1896
AMVA. Colección Jesús Sanz Silla. SS 0025 

Una gran cantidad de fotógrafos en el ocaso decimonónico y también durante la primera década del siglo XX  visitaron Valladolid con la única intención de captar la realidad. En los primeros tiempos de la revista Blanco y Negro, Valladolid fue capturada por las cámaras de Laporta, Asenjo, Franzen o Gª. Lapuente y, por parte de Nuevo Mundo, Herrero Somoza, Torres y Armesto o Frederic cubrieron desde la explosión de una fábrica (1899) hasta el celebrado viaje en 1903 de Alfonso XIII a la ciudad.

Sin embargo, los fotógrafos locales, imbuidos por completo de la mentalidad burguesa de provincias, decidieron no embarcarse en la pionera aventura del reporterismo gráfico de tirada nacional y siguieron enfrascados en el género del retrato como única fuente de ingresos. De todos los fotógrafos, sólo el taller de “Viuda e Hijos de Fernández” colaboró tímidamente con estas publicaciones ejerciendo de reportero local.

El estudio “Viuda e Hijos de Fernández” estuvo en la calle Duque de la Victoria 33 por un periodo de diez años (1893-1903). La firma nos remite a los herederos de un fotógrafo fallecido, posiblemente Ramón Fernández cuyo taller se encontraba también en Duque de la Victoria pero en el número 57 (desaparecido en 1893). A falta de más profesionales con igual apellido es lo más probable.

También en 1893 se produjo un traslado de local. Se solicitó un permiso al Consistorio para llevar a cabo una reforma menor para exponer y vender los productos en la vía pública. Poco tiempo después, la firma   “Viuda e Hijos de Fernández” ilustró con sus fotografías el reciente Nuevo Mundo. Con esta publicación colaboró alrededor de dos años aunque también coqueteó con Blanco y Negro y con La ilustración Española y Americana. Su actividad de reporterismo gráfico en la prensa nacional cesó en 1897 con un reportaje sobre la Academia Militar de Valladolid. Hasta su desaparición  en 1904 “Viuda e Hijos de Fernández” siguió ejerciendo como estudio de retratos, después, traspasó el negocio a Francisco Garay, familia añeja de fotógrafos.

Tras bucear en las hemerotecas virtuales he logrado catalogar varias fotografías de “Viuda e Hijos de Fernández” entre el 1 de agosto de 1895 y el 21 de julio de 1897. Las revistas consultadas han sido las citadas en este artículo, no hallando referencia de este taller fotográfico en otros magacines ilustrados.

Como cualquier profesional de provincias de la imagen, el taller de Duque de la Victoria arrastra una poderosa influencia del retrato de estudio. El fotógrafo, a pesar de ilustrar reportajes, se limita a aplicar fórmulas conocidas que reproducen modelos iconográficos tradicionales mediante el uso de uniformes, atributos representativos, rostros severos o poses de clase. Es curioso contemplar cuando el reportero busca la espontaneidad. Se aleja del hieratismo en la representación de los estratos más bajos de la sociedad. Sonrisas bobaliconas y complacientes de campesinos, proletarios, indigentes o madres solteras salpican a diario la prensa para exaltar con frecuencia las iniciativas condescendientes de la burguesía.

Sin abandonar el mundo del retrato -el sustento principal de los talleres fotográficos-, la verdadera vocación periodística y documental de “Viuda e Hijos de Fernández” prospera cuando cubre los acontecimientos históricos de Valladolid. Con un estilo nada novedoso pero heredero del lenguaje grandilocuente de la pintura de historia y de la inmediatez impresionista, los encuadres partidos, los juegos de perspectiva y las vistas generales se alternan para transmitir esa rapidez obligada en la prensa gráfica.


Fotografías. Enlaces directos a diarios clásicos con referencias a las fotografías (*.pdf)

Nuevo Mundo:
1/08/1895 p.10
29/08/1895 p.3
29/08/1895 p.4
21/08/1897 p.8
21/08/1897 p.9
21/08/1897 p.11
21/08/1897 p.12

La Ilustración Española y Americana:
08/10/1895 p.13
08/05/1896 p.5

Blanco y Negro
09/05/1896 p.13


Bibliografía:
LÓPEZ MONDEJAR, Publio: Historia de la fotografía en España, Lungwerg Editores, 2003
Anuario del Comercio, de la Industria, de la Magistratura y de la Administración (1893-1904)
AMVa: CH 415 - 130


viernes, 25 de enero de 2013

Pensiones

El derecho a cobrar una pensión tras ejercer una dilatada vida profesional es considerado, por fortuna, una realidad inalienable en el marco del “estado de bienestar”.

La pensión es la reivindicación histórica de las masas públicas y proletarias de los siglos XIX y XX. El Gobierno de Antonio Maura fue el responsable de sentar las bases para la creación en 1908 del Instituto Nacional de Previsión, antecedente directo de la Seguridad Social y la Asistencia Sanitaria que obtendría sus mejores resultados como institución muchos años después.

A principios de 1900, las compensaciones al retiro sí existían en algunos casos, pero solían variar dependiendo de motivos filantrópicos. Para evitar estas diferencias entre empleados, el primigenio Instituto Nacional de Previsión fijó la edad de jubilación en 65 años, acordándose de establecer pagas fijas según los años de servicio cumplidos.

La Ciudad del Pisuerga elaboró un dictamen a través del nombramiento de una Comisión en 1912 “designada por el Excmo. Ayuntamiento de Valladolid, para el estudio del Proyecto de creación de retiros para Empleados y Obreros municipales”.

En el escrito, la Comisión se apoya en las reglas establecidas por el primigenio Instituto Nacional de Previsión asegurando la uniformidad económica de los retiros de los empleados públicos del Ayuntamiento de Valladolid.

A continuación, el dictamen de 1912.

Fuentes:
Dictamen: Colección Particular
(También puede ser consultado en Biblioteca del Archivo Municipal de Valladolid, Dictamen que presenta la Comisión designada por el Excelentísimo Ayuntamiento de Valladolid, para el estudio del Proyecto de creación de retiros para Empleados y Obreros municipales. C.211-13 C.211-11)

lunes, 24 de diciembre de 2012

La Casa del Fascio Mario Mina


Captura vídeo. Calles Muro y Gamazo.
Casa del Barco
En la entrada anterior hicimos referencia a la presencia de la ciudad de Valladolid en el marco de los noticiarios italianos. Uno de los ejemplos que tratamos, en plena solidaridad itálica con la causa fascista española, fue el vídeo que mostraba a una ferviente multitud celebrando la inauguración de la Casa del Fascio en Valladolid.

La relevancia de este local, como se puede desprender de la observación del exaltado reportaje, tuvo una importancia significativa en tierras castellanas en la Guerra Civil. Entre las funciones de esta organización, advirtiendo los paralelismos con otras sedes fascistas diseminadas por el territorio español, se encontrarían la de establecer la función jerárquica del movimiento coordinando el conjunto de acciones bélicas en la contienda y la de desarrollar actividades sociales vinculadas a la implantación de los valores facciosos. La ubicación de la sede política se estableció en la Casa del Barco, situada entre las calles Gamazo y Muro, en un edificio hoy desaparecido.

Calles Muro y Gamazo. Casa del Barco.
Lugar donde se ubicó la Casa del Fascio Mario Mina
Calles Muro y Gamazo.

El centro vallisoletano del fascismo se inauguró en los últimos días de febrero de 1938 bajo la advocación de un mártir del movimiento, el Teniente Legionario Mario Mina. En el frente de Guadalajara de 1937, el militar murió por una ráfaga de ametralladora tras haber liberado, mientras entonaba himnos patrióticos, un reparto sitiado por tropas republicanas. Mina fue un Camisa Negra que participó en la Marcha sobre Roma de Mussolini en octubre de 1922 a pesar de no ser un auténtico italiano ya que era natural del estado libre de Fiume (Rijeka, Croacia), anexionado en 1924. En 1937 solicitó el honor de luchar en tierras de España.

El veinte de febrero de 1938, El Norte de Castilla aconsejaba a la población que se sumara al acto y engalanara sus balcones con colgaduras al paso de la comitiva, que marcharía desde la catedral a la Casa del Fascio. Varios representantes del gobierno italiano fueron invitados a los fastos de inauguración. El barón Carlo Basile pronunció un discurso ensalzando la “Santa Cruzada”, habló de la salvación de occidente y concluyó deseando la pronta finalización de la contienda. Entre las autoridades españolas, salpicadas de los lógicos cargos públicos, se encontraba una nutrida cantidad de clérigos. Entre ellos, el Obispo de Valladolid que ofreció su colaboración otorgando al nuevo centro la bendición.

L'inaugurazione della nuova sede del Fascio Italiano
La inauguración de la nueva sede del Fascismo Italiano
23 de marzo de 1938

Fuentes:
Imperio: Diario de Zamora de Falange Española y de las J.O.N.S. 27/02/1938
Boletín Decenal. 20/03/1938
El Norte de Castilla: El fascismo, de moda 16/07/2011
Imágenes:
Captura Vídeo. L'inaugurazione della nuova sede del Fascio Italiano. 23/03/1938
Fundación Joaquín Díaz. Calles Muro y Gamazo. va0320
Valladolidweb.es. Enlace a fotografía [aquí]
Vídeo: 
Youtube: L'inaugurazione della nuova sede del Fascio Italiano

lunes, 26 de noviembre de 2012

Películas del No-Do... ¡En Italia!


A lo largo de cuarenta años, de 1942 a 1982, los cines españoles estuvieron obligados a proyectar antes de cada película un breve reportaje de ideología afín al gobierno conocido como No-Do o Noticiero Documental. Con el tiempo, el régimen franquista se fue suavizando y las exaltadas noticias políticas de los años cuarenta fueron relegadas por las notas de sociedad.

En Europa, los breves documentales previos a las películas gozaron de gran difusión en los regímenes totalitarios. No solo documentaban las grandes gestas sino que contribuían a la formación del espíritu nacional. Caídas las dictaduras europeas del Eje, Alemania e Italia continuaron la tradición propagandística centrada casi exclusivamente en actividades populares. En los setenta, con la irrupción masiva de la televisión en los hogares, los reportajes desaparecieron de las pantallas cinematográficas.

Durante los años del fascismo italiano, el Giornale Luce (1927-1945), se encargó de exhibir las virtudes del movimiento y de potenciar la figura del Duce. Trascurrida la guerra, los nuevos noticiarios se dejaron influir por la moral de la Iglesia Católica, tratando temas de escaso interés crítico como deportes, espectáculos o moda. Sin depender jamás del gobierno, los documentales italianos siempre reflejaron un elevado afecto por las posturas del poder. Desde 1946 a 1965, la Industria del Cortometraje de Milán se encargó de realizar reportajes semanales con el nombre de Settimana INCOM. La estructura visual de estos breves documentales era la de una revista especializada en asuntos mundanos y ecos de sociedad.

Tanto el Giornale Luce como la Settimana INCOM se ocuparon de Valladolid. En 1938 se filmaron actividades agrarias de la región y actos de solidaridad con el fascismo. Años después, en 1858, la Settimana INCOM cubrió la Competición Anual de Scooter y Motocicletas de Valladolid y en 1961, desplegó sus cámaras para la inauguración del Monumento a Onésimo Redondo por el general Franco.

La sagra rurale - El festival rural
22 de junio de 1938

L'inaugurazione della nuova sede del Fascio Italiano
La inauguración de la nueva sede del Fascismo Italiano
23 de marzo de 1938

Grande gimkana annuale a Valladolid con scooter e motociclette
Gran gincana anual en Valladolid con scooters y motocicletas
3 de abril de 1958

Spagna - Franco inaugura un monumento di 31 metri
España - Franco inauguró un monumento de 31 metros
11 de junio de 1961


Fuentes:
Videos. Uso público. Youtube. Istituto Luce Cinecittà

martes, 13 de noviembre de 2012

Valladolid en ExpoViena 1873


Vista General de la Exposición Universal de Viena 1873
En 1873 se celebró en Viena la cuarta Exposición Universal. Al igual que sus predecesoras, las muestras de Londres en 1851 y 1862 y París en 1867, la feria contó con bastantes participantes. Nada menos que treinta y cinco nacionalidades se presentaron al evento vienés agrupándose bajo el lema “Cultura y Educación”.

Las anteriores ediciones en Londres y Paris buscaron protagonizar el escaparate mundial de innovaciones tecnológicas al rebufo de la Revolución Industrial. En Viena el ámbito tecnológico se dispersó concibiéndose una muestra orientada al “fomento de la cultura contemporánea y al estímulo del progreso”. Alrededor de 7.255.000 turistas visitaron los 194 pabellones con 53.000 exhibidores procedentes de varios países. La convocatoria vienesa fue un rotundo éxito. Sin embargo, como suele ocurrir en los grandes eventos incluso en la actualidad, las pérdidas fueron colosales. El increíble gasto en infraestructuras no se recuperó a pesar del elevado volumen de visitantes.


El Pabellón Español en Viena reprodujo en su fachada una construcción mudéjar ideal. Los modelos en los que se basó el arquitecto Lorenzo Álvarez Capra fueron los vistos en Toledo y Talavera de la Reina. Debido a la celeridad de las obras, el proyecto original en ladrillo hubo de desestimarse construyéndose en madera la nueva edificación. La distribución interior se organizó en dos plantas. En la planta baja se situaron seis espacios expositivos y dos estancias más para otros usos. La planta principal se distribuyó en tres grandes salones.

En junio de 1873 la Gaceta de Madrid publicaba en sus páginas los materiales entregados por todas las provincias a la Comisión General Española para su exposición en la escena pública europea.
Observada la relación de objetos procedentes de particulares e instituciones vallisoletanos para su exposición en suelo austriaco, diferenciamos varias temáticas.




La agricultura y las artes populares, formas básicas de desarrollo castellano

Entre los productos del campo exportados como imagen económica de Castilla La Vieja figuraron los trigos, las cebadas, harinas, legumbres y paja. Completando la partida se incluyeron una selección de licores, vinos elaborados en Valladolid y también en la provincia como los de Nava del Rey.
Como productos representativos del corazón castellano se enviaron muestras de ebanistería, aperos de labranza, papel de hilo, jabón y sillas de montar.


Las manifestaciones artísticas, símbolos del despegue cultural de Valladolid


Los intelectuales locales enviaron a Viena varios poemas y poemarios, probablemente de marcadas tendencias tardorrománticas y costumbristas. La música y la profunda religiosidad vallisoletana se aunaron en algunas composiciones musicales. El compositor Nicolás Alonso Ruíz presentó, por ejemplo, una Obertura Instrumental y un Moteto del Santísimo a cuatro voces.

 Los alumnos de la Escuela de Bellas Artes aportaron dibujos que se dispusieron en cinco cuadros. Un artesano presentó una tabla “imitando un tapiz grabado sobre oro bruñido”.
Quizá desde el punto de vista pictórico, las obras más singulares, por los autores que las entregaron, fueran el bodegón del afamado retratista Blas González García-Valladolid y el óleo del reputado pintor valenciano José Martí y Monsó titulado El primer desengaño, acaso una pintura de género.
Por último, la Academia Provincial de
Bellas Artes desmontó el respaldo de la silla abacial de la sillería de San Benito, de gran calidad artística.

Dos novedosas actividades, la fotografía y la ingeniería, se abrieron camino dentro del pabellón español en Austria. La Sección de Bellas Artes y la Comisión de Monumentos Históricos seleccionaron unas fotografías de vistas de Valladolid y de objetos artísticos. En la corriente de la vanguardia arquitectónica, el maestro de obras Alejandro Gallego Melero experimentó con la ingeniería férrica fabricando la maqueta de un puente con medidas de 88 cm de largo, 22 cm de ancho y 17 cm de alto.


La actualidad y la educación, pilares de formación

Los directores de El Norte de Castilla, La Crónica Mercantil y La Asociación Agrícola eligieron varios ejemplares de sus diarios a modo de muestra de la actualidad local.

Los libros coparon parte del envío a la Exposición Universal de Viena. Al tratarse de una muestra cultural y educativa, particulares con inclinaciones didácticas contribuyeron con contenidos para niños. En el caso de los adultos, se presentaron un sinfín de compendios y manuales prácticos acerca de temáticas castellanas.
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Los grabados aquí reproducidos fueron realizados a través de fotografías originales y han sido extraídos de la histórica revista ilustrada “La Ilustración Española y Americana”. Colocados a modo de ejemplo, pretendemos acercar de manera visual el escaparate de modernidad diseñado por la I República Española (1873-1874).

Fuentes
- Expo2000 - History of World Expositions: http://www.expo2000.de/expo2000/index_e.htm
- La Gaceta de Madrid, núm. 261, de 18/09/1873, página 1765. Exposición Universal de Viena 1873.- Comisión General Española.- Relación por provincias de los objetos remitidos á la Exposición universal de Viena. Provincia de Valladolid, Provincia de Vizcaya.
Imágenes:
- Plano. Uso público.
- Resto de grabados: La Ilustración Española y Americana: 16 de junio de 1873, 8 de noviembre de 1873, 1 de octubre de 1873, 1 de noviembre de 1873, 8 de diciembre de 1873, 24 de septiembre de 1873

viernes, 19 de octubre de 2012

Unas notas administrativas. Repartos y requisas de leche


La picaresca española siempre ha gozado de rabiosa actualidad popular. El pícaro y el estafador han convivido perfectamente en la sociedad sin causar demasiado escándalo e incluso en ocasiones hasta las sisas, los juegos y los pequeños desfalcos han sido consentidos desde la alegría de pertenencia a la idiosincrasia mediterránea.

Durante el segundo periodo republicano, la Corporación vallisoletana intentó luchar con todas sus fuerzas  contra estos conatos de corrupción llegando incluso a fijar instrucciones muy concretas para que la Guardia Municipal evitara ciertos desmanes y abusos cometidos por comerciantes ávidos de engaños.

La realización de una normativa sobre el reparto y requisa de leche se transformó en una prioridad para el Ayuntamiento de Valladolid. En la actualidad, esta instrucción redactada por la Corporación se intuye ridícula pero en 1934 el robo de leche, en tiempos donde la desnutrición abundaba resintiendo la salud de niños y ancianos, se hace necesario el control para evitar la estafa no solo a los consumidores sino también a los necesitados. Por otra parte se prohíbe el contrabando y se requisa el producto si se incumplen los horarios en los que los lecheros deben llevar a cabo sus repartos y ventas.

El documento que publicamos es la instrucción de la Alcaldía a la Guardia Municipal sobre el reparto y requisa de leche y  señala cómo se ha de proceder en caso de detectar delito.


Fuentes:
AMVa: CH 324-50

jueves, 20 de septiembre de 2012

Superando finales



Hace unos meses hablamos de la estupenda suerte de la Niña del Siglo XX, el primer nacimiento apadrinado por el Ayuntamiento de Valladolid. A los pocos días, un vaticinio agorero ocupó la prensa, la ciudad desaparecería para siempre en 2009.

Lejos de desaparecer, Valladolid es ahora una importante urbe. ¿Por qué esta afirmación catastrofista entonces? Por un análisis "con fundamento" de la demografía vallisoletana.

En la primera quincena de 1901, 120 fallecidos, 8 diarios. Nacimientos, 93. Pérdida de población, 1,80%. Extrapolando cifras, 657 desaparecidos en un año, 65.700 en un siglo. Con una población aproximada de 70.000 habitantes, en 2009 Valladolid desaparecería del mapa. 

El augurio lo recoge El Norte de Castilla, el día 16 de enero de 1901. De momento, sobrevivimos.

Previsión hipotética de la población en Valladolid